brucelosis porcina

Brucelosis porcina

Brucelosis porcina

La Brucelosis porcina es una enfermedad infecciosa que afecta, entre otras  species  los cerdos. Su importancia radica principalmente en que es una zoonosis y produce graves fallas reproductivas como aborto, nacidos débiles o muertos y muerte perinatal.

Se la ha descripto en casi todos los países del mundo y en nuestro país se estima que entre un 20 a 25% de los establecimientos al aire libre no intensivos la poseen. Mientras que en los confinados su prevalencia es muy baja siendo la mayoría de  ellos negativos.

Etiología

Esta enfermedad es producida por un cocobacilo gram negativo, aerobio. El género Brucella comprende seis especies B, abortus, B. melitensis, B. neotomae, B. ovis, B. canis, suis y recientemente se identificaron 2 cepas más en mamíferos marinos B. cetaceae y B. pinnipediae. B. suis biovar 1, 2 y 3 afectan patológicamente al cerdo.

B.suis pertenece al grupo de cepas lisas, que sobrevive bastante tiempo en el medio ambiente (en condiciones de humedad y temperatura puede sobrevivir varios meses) y es sensible a los desinfectantes.

Patogenia

La vía más común de contagio es desde otro cerdo, ingresando el agente principalmente por el aparato digestivo o reproductor.

Si el microorganismo ingresa por vía oral debe atravesar el epitelio mucoso, luego va a ganglios linfáticos regionales y posteriormente realiza una septicemia protegido de los mecanismos inmunohumorales por su localización intracelular en neutrófilos y macrófagos, distribuyéndose en placenta, bazo, hígado, riñón vejiga, glándula mamaria y SNC, si bien el sitio mas común para hallar el microorganismo son los ganglios relacionados a la región anatómica de ingreso.

El periodo de incubación varía de 1 a 7 semanas con una media de 2 semanas. Las diferencias por lo general están relacionadas con diferentes factores como: exposición, dosis infectante, edad y sistema de crianza.

La placenta es un sitio de preferencia y el agente se ubica en el retículo endoplásmico rugoso de los trofoblastos produciendo placentitis necrotizante que interrumpe el intercambio materno-fetal, desencadenando el proceso del parto de la cerda. Cachorras, hijas de madres positivas, pueden adquirir la infección en útero, albergando al microorganismo hasta la edad de reproductora, sin evidenciar respuesta inmune, es decir la serología dará negativa pero la cerda es portadora persistente de B. suis, pudiendo abortar y luego levantar títulos de anticuerpos.

Epidemiología

Si bien las vías de ingreso por conjuntiva y piel han sido descriptas, son las menos importantes. Desde un punto de vista práctico se considera al macho infectado como la principal fuente de infección y el pívot de la enfermedad, debiendo reconocer que al momento del parto los lechones y la placenta provenientes de madres infectadas son una fuente importante de contaminación.

En las condiciones de nuestro país se debe tener especial cuidado con los cerdos silvestres.

El ingreso de la enfermedad al establecimiento se produce con la incorporación de reproductores infectados, o de animales que estén incubando la enfermedad y pasan desapercibidos.

En este sentido, es importante señalar que en nuestro país, en los establecimientos que poseen medidas de bioseguridad, incluyendo dentro de ellas, la incorporación de reproductores desde granjas libres como lo exige SENASA, son libres de la enfermedad y no se han reconocidos eventos de ingreso de la enfermedad mientras se mantenían esas medidas.

Signos clínicos

El principal signo en el macho es la orquitis y en una cerda primo-infectada es el aborto. Cabe aclarar que una cerda infectada que ya abortó, es capaz de parir animales viables en un segundo parto y es allí donde elimina gran cantidad de Brucella que mantienen la infección en el establecimiento.

Ocasionalmente puede abortar por segunda vez. Suelen observarse cuadros de infertilidad. En el momento de la infección suele presentar hipertermia. En animales infectados crónicamente, cerdas y padrillos puede haber espondilitis sobre todo a nivel de las vértebras lumbares y ocasionar caídas del tren posterior.

Toma de muestra para el diagnóstico

Es recomendable realizar monitoreos serológicos periódicos (cada 4 o 6 meses) a un porcentaje de la población para determinar presencia o ausencia de la enfermedad. En el caso de presentarse un problema reproductivo sospechoso de brucelosis, el envío de fetos refrigerados y correctamente protegidos en su envío es el material más recomendado.

Cuando se quiera optar además, por el envío de sueros se debe recordar que no necesariamente una cerda abortada puede presentar títulos por que puede estar el faz aguda de la enfermedad y por ello ser negativas a las pruebas serológicas. Por lo que puede recomendarse tomar muestras pareadas con intervalo de 30 días o sacar
sueros de cerdas que abortaron tiempo atrás y las del momento.

Diagnóstico

Aislamiento de la bacteria a partir de tejidos fetales y serológico por pruebas convencionales: BPA y pruebas complementarias (2 ME y seroaglutinación en tubo, entre otras). Puede realizarse el test de IFD sobre tejidos fetales.

Diagnóstico diferencial

El aborto se caracteriza por ser fresco, suelen ser de tercer tercio de gestación de la cerda, aunque están descriptos en el primer tercio en menor magnitud; pueden observarse colectas serosas en cavidades y áreas de neumonía intersticial en pulmón.

El diagnóstico diferencial debe realizarse con Leptospirosis, Parvovirosis, PPC, Toxoplasma, Enfermedad de Aujeszky, Micotoxicosis, infertilidad estacional, Radiaciones UV, etc.

Tratamiento

Por la ubicación intracelular del agente es difícil establecer un tratamiento efectivo. Se investigaron tratamientos con altas dosis de Tetraciclinas, estreptomicinas o sulfonamidas dadas por tiempos bastante  prolongados que no probaron ser efectivos. En general la antibioticoterapia es efectiva para limitar las etapas de bacteriemia, pero al suspender los tratamientos es posible aislar B. suis de tejidos.
En la República Argentina no está autorizada ninguna vacuna

Prevención, control y erradicación

Está dado fundamentalmente a partir de diagnóstico serológico periódico y  edidas de bioseguridad. La enfermedad se podría controlar siguiendo las siguientes recomendaciones: serología cada 30 días del 100 % de los reproductores y segregación de positivos hasta obtener dos sangrados consecutivos negativos a las pruebas convencionales.

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