genética del cerdo

Genética del cerdo

Genética del cerdo

Herencia de color.

Este carácter en  la mayoría de los casos afecta no solo la piel, si no también las mucosas, pelos y coloración de los ojos.

En el cerdo domestico se presentan tres colores fundamentales, negro, rojo y blanco en proporciones variables que producen las diversas coloraciones de la cepa de las diferentes razas.

Generalmente existe una estrecha relación entre el color de la raza y de las mucosas. Estas son negras en cerdos del mismo color, mientras que en los cerdos rojos y blancos son de color rosado. Los cerdos oscuros bien pigmentados son los más convenientes para los climas cálidos, ya que las radiaciones ultravioletas, son absorbidas por los pigmentos melaninicos,  que impiden cualquier efecto nocivo sobre el organismo.

Aunque la herencia para los colores suele presentarse incompletamente dominante, vale la pena tener en cuenta lo siguiente:

  1. El color negro uniforme domina sobre el negro manchado y este a su vez sobre el rojo uniforme.
  2. El blanco uniforme es dominante sobre los demás colores.
  3. El blanco en manchas o bandas, características de ciertas razas, o el blanco de las pezuñas, cola y hocico está determinada por la acción de varios genes, unas veces dominantes como en el caso de la raza Hampshire y otros recesivos, como las manchas de la raza Berkshire.

Herencia de la piel y de las cerdas.

Las características de la piel y cerdas son hereditarias de acuerdo con la raza y el tipo original, siendo más peludos y de cerdas más burdas a medida a medida que el cerdo se aproxima al tipo salvaje. Los remolinos de pelo presentes en diferentes partes del cuerpo son dominantes.

Herencia de las características morfológicas.

La herencia de la conformación del cuerpo, presenta un carácter intermedio. La profundidad torácica domina la escasa profundidad, así como la anchura y el perímetro torácico elevados, son también dominantes sobre los pequeños.

La gran longitud del tronco, que depende del número de vertebras dorsales y lumbares, es dominante sobre la escasa longitud corporal. La alta alzada a la cruz es dominante y la longitud de las extremidades presenta una herencia intermedia. La inclinación de la grupa es siempre dominante sobre la grupa horizontal.

La finura del esqueleto es de Heredabilidad intermedia  muy variable, lo mismo que la forma y tamaño de las orejas.

Las mamellas o higas en el cuello, observadas en cerdos criollos, dependen de un factor dominante. El número de mamas parece dominar el menor sobre el mayor.

La presencia de arrugas en la piel, principalmente en la cabeza, es un carácter recesivo.

Herencia de los caracteres fisiológicos.

La prolificidad presenta una herencia intermedia, con ligera dominancia del tipo de camada más numerosa, pero presenta variaciones y obedece a factores como el número de partos, manejo, etc. Generalizando un poco, puede decirse que el número de lechones asciende hasta el sexto parto y luego empieza a declinar.

La capacidad de engrasa miento y crecimiento son dominantes. En estas determinaciones desempeñan papel importante causas no genéticas; no obstante, parece indicar la presencia de factores polímeros para su trasmisión.

Herencia de los caracteres patológicos.

La presencia de anomalías en la explotación porcina es un fenómeno de inusitada frecuencia; la mayoría de los casos se trata de caracteres recesivos letales o sub letales,  que hacen mucho más difícil su extirpación de los efectos. Entre ellos se encuentran los siguientes:

Mortalidad fetal: Cuando el gen causal actúa hace imposible la utilización de ciertas vitaminas y sales solubles por aquellos fetos que presentan dicho gen en estado homocigoto. Parece ser una propiedad hereditaria de la cerda que se presenta en estado recesivo.

Parálisis de los miembros posteriores: Tienen un carácter letal, se presenta en la región lumbar y causada por un gen recesivo.

Paladar hendido, labio leporino y pabellón auricular: Hendido, son considerados incompletamente dominantes.

Atresia del ano: Se caracteriza por obstrucción del recto y del ano en animales recién nacidos.

Malformaciones de las extremidades como ausencia de rotula, atrofia muscular, trastornos de la circulación, etc: Se transmiten por la unión de homocigotos.

Intersexualidad: Aunque puede ser debida a un simple gen recesivo limitado a uno de los sexos, parece probable que al menos uno o quizás más genes aditivos están relacionados con ella.

Criptorquidia y hernia inguinal: La primera se atribuye a un gen recesivo, tal vez ligado al sexo y la segunda depende de dos pares de factores recesivos. Esta anomalía puede presentarse en las cuatro primeras semanas de vida del lechón.

La hernia escrotal ha sido estudiada en piaras consanguíneas.

Obesidad precoz: Se observa en líneas muy consanguíneas, caracterizada por hueso fino y un adecuado  engrasa miento.

Es una anomalía caracterizada por la falta de pelo y de sensibilidad de la piel frente a cualquier causa externa. La elevada mortalidad supone una deficiencia de yodo o incapacidad de su asimilación por el organismo animal.

Hidropesía: Se presenta en razas altamente mejoradas 

Agalaxia: Más frecuente en cerdas con pezones ciegos y en forma de cráter, o pezones invertidos.

Mioclonia congénita: La enfermedad del temblor de los lechones, presenta características que permiten suponer que sea provocada por un factor genético. Es de frecuente presentación y su mayor incidencia en camadas primerizas.

 

2 comentarios

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *